Un pueblo de pescadores

Se respiraba sal y notabas el agua del mar en cada sabor del trago de tu misma saliva.

Cada mañana, los pescadores tiraban la red al mar, al rato , empujaban formando una fila tirando de la misma cuerda cantando a su vez una canción de marineros. 
Cientos de peces asomaban por la red coleteando sus últimas bocanadas de vida. 

Los dueños de los restaurantes costeros, se acercaban con el fajo de billetes en el bolsillo delantero de la camisa y se colocaban creando un tumulto de gente frente a aquel señor que parecía el jefe del negocio, discutiendo ,gritando, negociando. 
Cada uno compra lo que le conviene y busca el mejor precio. 

Como buen pueblo pesquero tenía un faro. 
Éste, pintado a líneas de color rojo iluminaba cada noche el camino a casa de los barcos. Y cerca de este faro vivía ella, Vimi. 
Una mujer carismática y llena de vida. 
La conocí mientras caminaba por las calles del pueblo buscando mi regalo de cumpleaños. 
Cumplía 29 años y lo celebraba viajando en tren de camino a otro lugar, 
No imagino otra mejor manera que celebrar mi cumpleaños haciendo una de las cosas que más me gusta. Viajar. 
Pero además quería obsequiarme con algo. Un recuerdo y ese lo encontré en la tienda de Vimi. 
No dejamos de hablar, y cuanto más me contaba más me sorprendía. 
Ella era una mujer distinta, con un pensamiento libre en una sociedad donde las costumbres y la tradicionalidad son gran valoradas, seguidas, apreciadas y no cuestionadas. 
Ella tiene 32 años y no está casada, algo casi inaudito aquí en la India cuando las mujeres por regla general son casadas a los 18 años. 
Es su función, y podría decir que es una de las razones por las que han venido al mundo. Para formar una familia.
Pero ella se resistió y sobre todo después de lo que le pasó a su hermana. 
Ella se casó, pero no dio con un buen hombre. Éste solo pensaba en el dinero y para ello no dudaba en aprovecharse de ella y sus hijos. 
Finalmente se divorció. 
Mujer valiente. 
A día de hoy, Vimi, se considera madre de los hijos de su hermana ya que juntas crían a los hijos de ella. La hija mayor nació un día 21 como yo. 
Los padres de Vimi la concertaron para diferentes compromisos matrimoniales, pero ella siempre se negó. No cree que necesite a un hombre para vivir por ella misma.  
No se siente sola, tiene a su familia. 
Viven en una pequeña casita tras la tienda y allí comparten; ella, su hermana, su hija y su hijo, su hermano,  que aún no se casó (pero que si se casa tendrían que irse allí a vivir con quien sería su mujer), 
y sus padres. Son una familia humilde. 

Quise aplaudirla. Que una mujer piense así en un país como India es muy difícil de encontrar. 
Una mujer sonriente y feliz. 
Una mujer independiente en un pueblo de pescadores. 

A día de hoy cada navidad hablamos. Ella sigue sin estar casada y yo sigo admirando su valentía. 

Viaje a la India. Kerala. Día 52-
Adriana López.
Fotografía de Adriana López.