Blog Post

Realidades

Adriana López • abr 09, 2023
El concepto de lo real surgió en el bajo latín, de la mano de la palabra realis, un derivado de res, rei (acto, cosa), y éste posiblemente de reor (contar), o viceversa, que significaba 're vera existens', 'cosa que verdaderamente existe'.

Hay una escena. Se compone de un árbol con flor de color rosa y cielo de color azul. 
Esta escena se podrá interpretar en mil escenarios, con directores distintos y público variado. Aplaudirían.

Si capturáramos la imagen y la publicáramos en nuestras redes sociales llegaría a ser vista por conocidos 
y con suerte desconocidos. (Cuantos más mejor). Sus miradas podrían ser de ojos tristes, alegres, envidiosos, ociosos 
y de colores. Y desde cada una, una interpretación. 

La realidad de aquella imagen varía según quién lo mire, cuando lo mire y como lo mire. 
El color de mis ojos cambia con la luz del sol, imagina mis pensamientos. 
Mis circunstancias dictan mis interpretaciones. 
En un día lluvioso necesito del parabrisas para ver a través del cristal y en días de primavera 
su olor me trasporta a lugares donde todo me da igual. 

¿Quién dictamina qué es real? ¿Quién cuestiona la verdad?
El más ignorante no ve más opciones que la suya misma y con ella ignora el resto. Imponiendo su criterio. 
Olvidándose de sus vecinos, de la historia y de cómo florecen las flores. 
El que critica simplemente no quiso preguntar y dio por finalizada su sentencia. Sin escuchar. 

Siendo un país demócrata deberíamos olvidarnos de las opiniones sin fundamento 
y respetar las acciones del resto. 
Las flores pueden ser hermosas y pueden estar llenas de estornudos. 
Dejémonos en paz. Ocupémonos de nosotras mismas.

Escucho: Ya no vale con ser, hay que aparentar. Y llegamos al lado del fotógrafo, quien cuenta la historia. 
Quien manipula lo que los demás pueden creer. Directores de películas cotidianas. Somos nosotras. 

Porque lo que tú ves es lo que yo te quiero mostrar. Pero lo que tú interpretas no lo puedo controlar. 

Por Adriana López 02 abr, 2023
Tan solo, imagina...
Por Adriana López 26 mar, 2023
El tiempo , es caprichoso y siempre quiere hacer las cosas a su manera. No le gusta empezar la semana, los lunes, suele estar cansado y la pereza es participe de cada movimiento, haciendo que cada segundo cuente y los minutos sean eternos. Después de comer siempre se echa la siesta y se le olvida contar las horas. Le gustar ver tiritar, por lo que cuando hace frío, directamente, se paraliza. En los conciertos suele emocionarse y sus pulsaciones se aceleran a buen ritmo. También le ocurre cuando escucha risas, y los segundos y minutos no dejan casi ni rastro de haber pasado por allí.
Por Adriana López 26 feb, 2023
Al jazz le gusta jugar a la improvisación, al dejarse llevar, al hablar sin decir nada pero sonándolo todo. Si observas, verás a los músicos como se traspasan los sonidos, dejándose espacios en los que otro interactúa. El jazz es comunicación en su más amplio significado. Y este trío sabe bien lo que quiere decir.
Por Adriana López Fernández Vivancos 20 feb, 2023
Las raíces son las que nos sostienen para que no caigamos. Mis raíces me recuerdan quien soy cuando estoy perdida. Entre el ruido de la vida encuentro en ellas el silencio y la calma. Cuando hace viento me sostienen y hacen que mis pasos sean firmes. No siempre fue así, hubo años en los que quise cortarme las raíces, como si pudiera andar sin pies. Como si pudiera volar sin alas.
Por Adriana López 06 feb, 2023
... Abandono fue la última palabra, y desde ese día olfatea las calles buscando el olor a galleta... Este escrito va dirigido a intentar dar visibilidad a los que no pueden hablar por ellos mismos. Los animales. Nuestros fieles y leales compañeros. Seamos conscientes de que se merecen cuidado y respeto.
Por Adriana López 30 ene, 2023
La palabra incertidumbre proviene del latín incertitudine compuesto por las voces in- (un prefijo de negación), certus (“cierto”) y -tud (un sufijo usual de cualidad). “Cualidad de aquello que es incierto”.
Por Adriana López 23 ene, 2023
Hace tiempo que me siento como el sol de invierno. Voy despacio, tranquila, con cuidado, de no manchar, de no estropear, de no romper. Con cuidado de hacerme notar. Días, en los que se me aprecia un poco más. Días, en los que me dejo cubrir. Pero no caliento. Estoy tímida y tengo frío.
Share by: